A pesar de haber pasado toda la mañana entrenando sobre la bici, Eneko no me dió ninguna negativa cuando le propuse hacer una sesión fotográfica a la tarde. Así, quedamos en encontrarnos en la espalda de Uzturre, para tomar algunas fotografías durante la bajada que hay hacia Irura.
Con la ayuda del flash y las repentinas luces que se crearon a última hora de la tarde salió una bonita sesión. A pesar de las luces, esto no hubiera sido posible si no fuera por un piloto como Eneko Gurrutxaga, quien le saca chispas a la Orbea Rallon. Gracias, Eneko!!